Antonio Virosque Samper
Antoni Virosque Samper: vida y obra
Nombre completo: Antoni Virosque Samper
Fecha de nacimiento: 15 de abril de 1860
Lugar de nacimiento: Alcoi (Alicante), Comunidad Valenciana
Fallecimiento: 27 de febrero de 1930, Valencia
Profesión: Actor, autor teatral, especialmente de sainetes; figura notable en el teatro valenciano de finales del siglo XIX y principios del XX.
Orígenes y primeros años
Antoni Virosque nació en una familia de recursos modestos en Alcoi. Desde niño mostró vocación artística y literaria, aunque la vida no le resultó fácil.
Cuando aún era joven, fue enviado a Valencia para vivir con unos tíos que tenían una tienda de drapería. Allí trabajaba durante el día y por la noche dedicaba tiempo al estudio. Esa doble vida de trabajo y esfuerzo marcó sus primeros años.
A los quince años ya había escrito un primer texto teatral que retrataba la avaricia de sus tíos, lo que indica ya una conciencia de observación social y artística muy temprana. Pero estas circunstancias también le llevaron a tener que “buscarse la vida” lejos del hogar familiar.
Carrera teatral
Como actor
Virosque empezó muy joven en el mundo del teatro como actor. Algunas de las primeras tareas que hizo fue de “anunciador de las obras” en el Teatro Russafa de Valencia, con actuaciones de publicidad ambulante por la ciudad. Este tipo de trabajo, anunciando con carteles fijos o paseando carteles, le dio una primera visibilidad en el entorno teatral valenciano.
Posteriormente entró en “El Laurel”, una sociedad teatral de aficionados frente a la plaza de toros de Valencia; allí participó en representaciones de aficionados. Poco a poco fue subiendo de categoría, entrando en compañías más profesionales. Trabajó con algunas de las compañías más notables de la época, entre ellas las dirigidas por Joan Torrecilla, Wenceslao Bueno (Russafa), Manuel Llorens, Miguel Muñoz, Amparo Guillén, Jaume Rivelles, Alfredo Paredes, Salvador Soler, etc.
En 1909 era “primer actor cómico” de su propia compañía que actuaba en el Grand Palais de Valencia. También actuó en otros teatros importantes de Valencia: el Teatro Princesa, el Lírico, el Salón Novetats entre otros.
En 1910 amplía su actividad a Alicante, donde dirige una compañía propia en el Teatro Sport, representando obras tanto en castellano como en valenciano.
Como autor teatral
Además de actor, Virosque cultivó con éxito la escritura de sainetes (una forma teatral ligera, de carácter cómico, con escenas populares). Algunas de sus obras más destacadas son:
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Fieras mansas (estrenada en El Orà, abril de 1906; publicada en 1908)
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El vigilante suplente (1912)
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El sant dels tres (1912; publicada en 1919)
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Un canvi d’habitació y Els inquilinos, publicadas en “El Cuento del Dumenche” (1917)
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Un sastre de… carreró (1918; publicada en 1920)
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Gracias a los accidentes (1919)
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Colau el sabater (1924; publicada en 1930)
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Al peu de la Calderona (1920)
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El fill de la portera; La salvació de la casa (1924)
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Ara sí que va de veres (1926)
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Amor per agraïment (1927)
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Un xicotet paraís (1925; publicado en 1929)
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El lleó de l’oficina (1929)
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Un manso contra tres fieres (1929)
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Els apuros d’un suplent, La fam no té llei, El tio de sa neboda también forman parte de su producción más tardía.
Muchas de estas piezas eran de un solo acto, populares, con personajes cotidianos, y buscaban el humor, la sátira social, y la identificación del público con situaciones de la vida diaria.
Importancia en el teatro valenciano
Virosque vivió en una época de florecimiento del teatro valenciano autóctono, especialmente del género del sainet. Valencia, a inicios del siglo XX, estaba desarrollando un teatro que hablaba al pueblo, en valenciano y en castellano, reflejando costumbres, problemas sociales, la vida urbana, y los cambios modernos.
El Teatro Novetats de Valencia tuvo un papel de primer orden en ese boom teatral. Con compañías como la de Manolo Taberner y Vicent Montesinos se representaban muchas obras valencianas de autores locales, entre ellas las de Virosque. Fontos: más de 300 obras valencianas (muchas estrenas) se representaban en Novetats durante varios años, con fuerte presencia del público urbano.
Así, Virosque no solo actuaba y escribía, sino que formaba parte esencial de ese tejido teatral que consolidaba el sainet valenciano como género cultural clave. Era un autor que vivía de cerca las preocupaciones populares, lo que se reflejaba en los personajes, los argumentos, y el lenguaje de sus obras.
Vida personal
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Se casó con Consuelo Giménez Ferrús en 1883.
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Tuvieron tres hijos: Antoni, Miquel y Antònia.
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Los hijos participaron ocasionalmente en las obras teatrales; por ejemplo, en La salvació de la casa (1924) actuaban ellos.
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Residía en Valencia, concretamente en la calle del Dr. Serrano, número 8, en el distrito del Mercat.
Fallecimiento
Antoni Virosque murió en Valencia el 27 de febrero de 1930 a consecuencia de un aneurisma de aorta.
Legado
El legado de Virosque se encuentra en varias dimensiones:
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Teatral: sus sainetes forman parte del repertorio de lo popular valenciano en los primeros decenios del siglo XX. Muchas de sus obras fueron representadas con éxito durante su vida y ayudaron a consolidar el teatro valenciano como una expresión auténtica de la cultura dialectal y urbana de Valencia.
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Lingüístico y cultural: trabajó tanto en valenciano como en castellano, acercando ambas lenguas al escenario, y reflejó costumbres, personajes y situaciones de la vida cotidiana, lo que contribuyó al autoconocimiento del público valenciano.
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Artístico: como actor y autor, Virosque vivía en el doble rol de creador y ejecutor, lo que le permitió entender mejor las necesidades del teatro, tanto en la escritura como en la puesta en escena.
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Social: al ser un autor del pueblo, proveniente de orígenes modestos, su trayectoria representa una superación, una dedicación constante, y constituye un ejemplo de cómo el talento local, aun en condiciones adversas, puede lograr reconocimiento y dejar huella.
